Podría haber sido un buen comienzo para el inicio de la colonización espacial.

La Unión Soviética desarrolló por primera vez un plan para colonizar el satélite de la Tierra en 1962. La futura base lunar se llamó oficialmente ‘Zvezda’ (‘Estrella’) y ‘Columbus’ y, extraoficialmente, ‘Barmingrad’ (‘Barmintown’), en honor al diseñador Vladimir. Barmin, el autor del proyecto.
Se suponía que debía estudiar a fondo la zona con la ayuda de vehículos automáticos y vehículos lunares. A continuación, las naves espaciales debían transportar los módulos al lugar seleccionado.

Cada uno de los módulos pesaba 18 toneladas, tenía un diámetro de 3,3 metros y, plegado, alcanzaba una longitud de 4,5 metros. Una vez colocado, se desplegaría hasta 8,6 metros. El prototipo de dicho módulo fue construido y probado en 1967.
En total, había nueve módulos: un puesto de mando, un laboratorio, un almacén, un taller, un centro médico con gimnasio, una cocina con comedor y tres compartimentos habitables con capacidad para 12 personas.
Después de instalar los módulos, la base debía cubrirse con tierra lunar: regolito. Protegería de la radiación, las fluctuaciones de temperatura y los micrometeoritos. La energía de ‘Zvezda’ la proporcionaría un reactor nuclear.

Las incursiones en la superficie con fines científicos debían realizarse en un tren lunar especial, bien protegido de las influencias ambientales. Podría moverse a una velocidad de hasta 5 km/h y realizar misiones autónomas de hasta 60 días.
Sin embargo, el ambicioso proyecto de una base lunar nunca vio la luz. Su coste de 50 mil millones de rublos (aproximadamente 80 mil millones de dólares) resultó excesivo para la URSS.
RBTH