Río de Janeiro (Brasil), 8 ene (Sputnik).- El Tribunal Supremo Federal de Brasil ya condenó a casi 400 personas por su participación en el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023 en Brasilia, cuando miles de bolsonaristas invadieron el Congreso Nacional, el Tribunal Supremo y el Palacio del Planalto (sede del Gobierno) para intentar interrumpir el recién estrenado mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
«Dos años después de los ataques golpistas del 8 de enero, el Tribunal Supremo ya condenó a 371 personas de las más de 2.000 investigadas por participar en los atentados a los edificios de los tres poderes», informó la máxima corte judicial del país en un comunicado.
Además, otras 527 personas admitieron la práctica de delitos menos graves y llegaron a acuerdos con la Fiscalía, lo que eleva a 898 la cifra de personas responsabilizadas hasta el momento.
La mayoría de los condenados (225) lo fueron por acciones consideradas graves, con penas que varían entre los tres y los 17 años y seis meses de cárcel.
Los delitos por los que fueron condenados son cinco: intento de abolición del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, daño cualificado, asociación criminal y deterioro de patrimonio público.
Otras 146 personas fueron condenadas por incitación y asociación criminal; no fueron detenidas, pero tienen que usar una tobillera electrónica durante un año, pagar una multa, prestar 225 horas de servicios a la comunidad y participar en un curso sobre democracia.
De las 223 personas condenadas a penas de cárcel 71 ya empezaron a cumplir su pena, 30 están esperando que se agoten los recursos judiciales y 122 están consideradas forajidas.
Estas personas estaban siendo monitoreadas vía tobillera electrónica, pero dejaron Brasil al romper el aparato; según el Supremo, la mitad de ellas ya tienen sus correspondientes peticiones de extradición ante las autoridades extranjeras.
Los citados números se refieren a los participantes en el intento golpista del 8 de enero de 2023 en Brasilia, pero en paralelo la Policía Federal investiga quién incitó y financió ese movimiento.
En el marco de esas investigaciones, la policía acusó al expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) y a casi 40 personas (entre ellos exministros y altos cargos militares) de haber liderado toda la estrategia.
La Fiscalía está analizando el informe policial y se espera que en las próximas semanas informe si imputa a Bolsonaro y al resto de los presuntos implicados, primer paso para llevarle a juicio.
Brasil recupera 21 obras de arte vandalizadas en el intento golpista de hace dos años
El Gobierno brasileño presentó este miércoles, cuando se cumplen dos años del intento de golpe de Estado en Brasilia, 21 obras de arte que fueron vandalizadas por los bolsonaristas radicales que invadieron el Palacio del Planalto (sede del Gobierno) y que acaban de ser restauradas.
La primera dama, Janja da Silva, remarcó que el acto de entrega de las piezas recuperadas es un símbolo para evitar el olvido: «No estamos aquí para lamentar y mucho menos para olvidar; estamos aquí para celebrar y reforzar la democracia, y para entregar al pueblo brasileño su patrimonio totalmente restaurado», afirmó.
Una de las piezas más importantes es el histórico reloj de mesa fabricado por Balthazar Martinot y André Boulle en el siglo XVII y que perteneció al rey portugués João VI.
El día de la invasión, las imágenes de las cámaras de seguridad captaron a uno de los bolsonaristas lanzándolo al suelo desde la mesa en que estaba colocado, provocándole graves daños.
Gracias a un acuerdo de colaboración con la embajada de Suiza la joyería de ese país Audemars Piguet, creada en 1875, se hizo cargo del coste de la restauración.
El resto de obras (sobre todo cuadros, jarrones, pequeñas esculturas y otras piezas ornamentales) fueron restauradas con dinero público, con un coste total de dos millones de reales (330.000 dólares).
Entre esas obras destacan un ánfora italiana de cerámica esmaltada que fue quebrada en 180 trozos y el cuadro «Mulatas», de Emiliano Di Cavalcanti, que durante los ataques sufrió siete puñaladas.
De frente la obra aparece ahora totalmente restaurada, pero el equipo de restauradoras decidió dejar las marcas en la parte de detrás, como cicatrices que ayuden a contar la historia y que no se repita, afirmó el director del Instituto de Patrimonio Histórico Nacional, Leonardo Grass.
El gesto recuerda a uno de los más famosos retratos del exemperador de Brasil Pedro II, exhibido en el Museo Histórico Nacional, que permanece restaurado, pero mostrando los daños que se le hicieran en su rostro en épocas independentistas.
Tras la entrega de las obras de arte, que vuelven al archivo de la Presidencia, Lula participará en un acto solemne en recuerdo del intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023. (Sputnik)