El estancamiento del proceso de paz con el ELN amenaza la estabilidad en Colombia, por Édgar Pedraza

elInternacionalista
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Édgar Pedraza, Bogotá, 24 sep (Sputnik).- El reciente estancamiento en el proceso de paz entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno de Gustavo Petro, anunciado el 18 de septiembre de 2024, ha suscitado una serie de preocupaciones en torno a sus posibles implicaciones para la población civil en Colombia.

Cristina Nicholls, abogada y experta en derechos humanos y procesos de paz, declaró a la Agencia Sputnik que la interrupción de las conversaciones es «muy preocupante», puesto que representaba el avance más significativo en las negociaciones con este grupo insurgente.

«Desde su inicio, nunca se había logrado tanto con el ELN. Es alarmante que el diálogo se haya roto, porque esto supone la prolongación de un conflicto que ha golpeado a la población civil durante décadas, además de frenar el desarrollo de varias regiones del país. También existe el riesgo de que la suspensión del diálogo extienda el accionar criminal del ELN», advirtió.

El punto de quiebre en las negociaciones fue un ataque con explosivos atribuido al ELN contra una base militar en Arauca, que dejó un saldo de tres soldados muertos y más de 20 heridos.

Este hecho, que marcó un giro crítico en las conversaciones, exacerbó tensiones preexistentes, producto de desacuerdos y el incumplimiento de compromisos por ambas partes.

Nicholls sostiene que las regiones donde el ELN mantiene una presencia activa son las más afectadas por la suspensión del diálogo, pues la población allí depositaba sus esperanzas en una eventual desmovilización del grupo armado.

«Las comunidades seguirán padeciendo el conflicto, porque la lucha del ELN no solo es contra el Estado, sino también contra otros grupos criminales que han ganado terreno en esos territorios. La situación de los civiles es cada vez más vulnerable. Se vislumbraba una posible transición hacia la paz, pero ese camino se ha complicado», señaló.

El diálogo con el ELN es parte de la estrategia «Paz Total» del Gobierno de Gustavo Petro, que busca la pacificación del país a través de acuerdos con distintos actores armados. Sin embargo, Nicholls alertó sobre el impacto negativo que este estancamiento puede tener sobre otros procesos de paz en curso.

«La suspensión afecta la percepción pública de los diálogos en general, tanto los que están en marcha como los ya firmados. Se corre el riesgo de que la sociedad pierda la fe en estos procesos, considerándolos meras concesiones a los grupos armados sin resultados tangibles», detalló.

Nicholls enfatiza que este escenario es especialmente delicado porque la paciencia del Gobierno y de la sociedad civil hacia el ELN parece haberse agotado. «El desgaste no solo perjudica las negociaciones con el ELN, sino que también tiene repercusiones sobre otros grupos armados y los acuerdos ya firmados. En última instancia, esto agrava el escepticismo en torno a la paz en Colombia», concluyó.

REACTIVAR EL DIÁLOGO, UNA NECESIDAD URGENTE

Pese a la actual congelación de las conversaciones y la resistencia del ELN a retomar la mesa de negociación, la experta subraya la importancia de no cerrar la puerta al diálogo. «Creo que es posible reactivar las negociaciones, y esta es una opción que no debe ser descartada, a pesar de los fracasos hasta la fecha. La posibilidad de un acuerdo de paz debe permanecer siempre abierta», afirmó.

Para que el proceso se reactive, Nicholls considera que el ELN debe ofrecer «gestos claros y contundentes» de su disposición a negociar en un contexto de garantías como el que ofrece el Gobierno de Petro. «El ELN debe entender que lo que no ha logrado por la vía armada solo podrá alcanzarlo a través de la negociación. Persistir en la confrontación perpetúa un ciclo de violencia que impide al país avanzar en sus metas de paz y desarrollo democrático, que son urgentes para Colombia», sentenció.

Por último, la experta confía en que actores internacionales están explorando vías para acercar a las partes y reanudar el diálogo. «Es fundamental que, como sociedad civil, exijamos al ELN muestras de paz, compromiso y seriedad con el futuro del país», concluyó. (Sputnik)

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