Santa Cruz (Bolivia), 17 dic (Sputnik).- El expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019) se declaró este martes víctima de un «brutal lawfare» ejecutado presuntamente por el Gobierno de Luis Arce por instrucción de EEUU, tras conocerse una imputación formal en su contra y la orden de aprehensión por del delito de trata.
«Denuncio al mundo que soy víctima de una brutal guerra jurídica (lawfare) ejecutada por el Gobierno de Luis Arce que se comprometió a entregarme como trofeo de guerra a EEUU. Al igual que muchos presidentes izquierdistas de América Latina, se inventan delitos en mi contra; no respetan los principios constitucionales de presunción de inocencia y debido proceso», denunció en la red social X.
El lunes, se presentó la imputación formal contra Morales por el delito de trata y tráfico de personas, por una presunta relación amorosa con una menor de edad en 2016; también se emitió una orden de aprehensión, confirmó la fiscal de la ciudad de Tarija (sur), Sandra Gutiérrez, en conferencia de prensa.
«El único delito que cometí es que siendo el primer presidente indígena logré un país con una economía justa para el pueblo; una Bolivia Plurinacional con inclusión de los siempre excluidos; no haber permitido la intromisión y abuso del imperio norteamericano; haber expulsado al embajador de EEUU y sus agencias saqueadoras y represoras», argumentó.
La investigación por trata de personas contra Morales data de 2016 cuando cumplía su tercer mandato presidencial y fue reactivada de oficio por la Fiscalía de la ciudad de Tarija en octubre de 2024, a pesar de que ni la presunta víctima ni sus familiares presentaron una denuncia formal.
La Fiscalía también activó la alerta migratoria contra Morales para evitar que salga del país y también emitió una orden de aprehensión, debido a que no se presentó a declarar el 2 de octubre. (Sputnik)