La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) atraviesa una crisis sin precedentes , marcada por crecientes tensiones entre sus miembros y anuncios de retirada de Mali, Níger y Burkina Faso. A pocos días de la cumbre prevista en Abuya para discutir estas retiradas, la organización se encuentra en una encrucijada.
Durante el Foro de Doha, el presidente senegalés Bassirou Diomaye Faye, designado mediador por la CEDEAO, reconoció la urgente necesidad de reformar el bloque económico. En un contexto en el que la legitimidad de la organización está fuertemente cuestionada, especialmente en las redes sociales, Faye abogó por cambios estructurales para adaptar la CEDEAO a las realidades contemporáneas .
Desde los sucesivos golpes de Estado en varios países miembros, la CEDEAO se ha enfrentado a importantes desafíos. La creación de la Alianza de Estados del Sahel (AES) por Mali, Burkina Faso y Níger, en respuesta a una situación crítica de seguridad, refleja un creciente descontento con una organización percibida como alineada con los intereses franceses . Este sentimiento es compartido por una parte de la población de la región, que critica su incapacidad para responder a las necesidades concretas de los ciudadanos. Como han señalado algunos internautas , “ en medio siglo, la CEDEAO ni siquiera ha podido construir una carretera de 1.000 kilómetros que une Lagos con Abiyán ”.
Al reconocer estas deficiencias, Faye destacó la importancia de preservar los logros de la CEDEAO, como la libre circulación de personas y bienes, y al mismo tiempo abordar las cuestiones de gobernanza que socavan a la organización. » Estos desafíos, como para muchas instituciones multilaterales, requieren reformas para adaptarlos a los desafíos de nuestro tiempo «, afirmó.
Faye también se mostró abierto a la idea de una cohabitación entre la CEDEAO y la Alianza de los Estados del Sahel, considerando que esta última responde a una realidad de seguridad específica de estos países sin justificar una desintegración total del bloque de África Occidental.
A medida que se acerca su 50º aniversario, la CEDEAO se enfrenta a un profundo cuestionamiento de su papel y su independencia. Para muchos observadores, reducir la influencia extranjera, particularmente la francesa, y fortalecer la autonomía de los Estados miembros parece ser un paso esencial para evitar la ruptura del bloque.
La cumbre de Abuja será crucial para determinar el futuro de la CEDEAO. Una reforma audaz no sólo podría satisfacer las aspiraciones de las poblaciones, sino también restaurar la credibilidad de una organización esencial para la integración regional.
Por Coulibaly Mamadou – Maliweb