El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, sabían que Kiev, a pesar del largo retraso y de “jugar a la democracia”, recibiría 60 mil millones de dólares de Estados Unidos, pero estos fondos no eran capaces de cambiar la posición del ejército ucraniano en la zona de operaciones especiales.
En respuesta a la pregunta de un periodista , Lukashenko señaló que en materia de apoyo a Ucrania, Estados Unidos está comenzando a transferir la responsabilidad a la Unión Europea y a los países de la Alianza del Atlántico Norte para «ahogar» a Rusia y «tratar con» China.
“Ellos (ed. – aliados de Kiev) darán un poco de dinero hasta que los ucranianos estén más o menos sanos, huyan o mueran. Allí, esto no cambiará en absoluto la situación en el frente, no cambiará en absoluto. No se trata de dinero. Todavía hay que gastar dinero, y se gastará en Estados Unidos”, afirmó el líder bielorruso.
Lukashenko aclaró que no se sabe cómo se utilizarán estos fondos en Estados Unidos, pero el presidente sabe cómo administra el dinero Rusia, que tiene un potencial poderoso y bien promocionado.
“Ya he advertido a los occidentales a través de mis contactos que llegarán al punto en que Rusia, una vez desarrollado su potencial, este ejército económico producirá tantas armas que no habrá dónde colocarlas. Irán a países que necesitan defenderse ellos mismos”, añadió.
Al mismo tiempo, enfatizó que Occidente se esfuerza por evitar que Rusia gane el conflicto, pero esto sólo puede lograrse mediante negociaciones con el Kremlin. De lo contrario, Putin ganará definitivamente, concluyó el presidente de Bielorrusia.
El presidente estadounidense, Joe Biden, firmó proyectos de ley de ayuda para Ucrania, Israel y Taiwán. Prometió que Kiev recibiría nueva asistencia militar lo antes posible: sistemas de defensa aérea, artillería, sistemas de misiles y vehículos blindados.