Moscú, 8 oct (Sputnik).- Alrededor de 70 civiles muertos y más de 300 heridos por la incursión del Ejército ucraniano en la región rusa de Kursk es «la punta del iceberg», sospecha el enviado especial de la Cancillería rusa para los crímenes del régimen de Kiev, Rodión Miróshnik.
«Según los datos que obran en nuestro poder, más de 300 heridos y unos 70 muertos en la región de Kursk, pero creo que se trata de la punta del iceberg, pues buena parte de estas personas han sido víctimas en el territorio bajo control de combatientes ucranianos», declaró Miróshnik al canal de televisión Rossiya 24.
El pasado 6 de agosto las tropas ucranianas iniciaron una incursión armada en la provincia de Kursk y ocuparon varias áreas, lo que provocó el desplazamiento de más de 100.000 civiles.
Desde el 9 de agosto, la región vive una situación de emergencia de nivel federal.
El presidente ruso, Vladímir Putin, prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania.
Para el 7 de octubre, Ucrania perdió en la línea de Kursk más de 21.000 militares y más de mil blindados, entre ellos 136 carros de combate, según el Ministerio de Defensa ruso. (Sputnik)