Tel Aviv, 10 jul (Sputnik).-El presidente del partido israelí Unidad Nacional, Benny Gantz, dijo este miércoles que hay que imponer un precio en el sur del Líbano desde donde la organización chiita libanesa proiraní Hizbulá ataca a Israel de manera constante desde hace nueve meses.
«Ha llegado el momento de imponer un precio a los objetivos militares y la infraestructura en el Líbano, del que Hizbulá forma parte, y es necesario exigir que (El Líbano) asuma la responsabilidad», dijo Gantz en una conferencia en la Universidad Reichman.
También señaló que el enfoque militar de Israel se debería haber trasladado a la frontera norte en marzo, cuando todavía era ministro en el gabinete de guerra del gobierno: «El esfuerzo operativo debería haberse trasladado al norte en marzo, como exigimos. Y haber implementado un plan para devolver a los rehenes incluso a costos dolorosos».
«Israel no puede permitirse la continuidad de los enfrentamientos en el norte y la pérdida de un año más», continuó Gantz.
Apuntó también que «desafortunadamente, el primer ministro duda y se niega a incluir el regreso de los residentes del norte a sus hogares el 1 de septiembre como objetivo de la guerra, y estamos pagando el precio, un precio muy alto», refiriéndose a la fecha en la que comienza el año escolar que se había fijado como fecha límite para garantizar que los evacuados pudieran regresar a sus casas.
Desde el 8 de octubre del año pasado la organización chiita comenzó a atacar de modo constante el norte de Israel como muestra de solidaridad con Hamás tras su ataque a comunidades israelíes que desató la guerra en curso.
Unas 100.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares en el sur del Líbano debido a los ataques israelíes, de acuerdo con un informe del Ministerio de Asuntos Exteriores libanés.
Israel, a su vez, afirma que unos 80.000 habitantes del norte del territorio israelí se encontraron en una situación similar.
El 18 de junio, el Ejército israelí afirmó que había aprobado planes para lanzar una ofensiva contra el Líbano.
El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, dijo después que su país estaba muy cerca de alcanzar una decisión para «cambiar las reglas» en el frente del norte y amenazó con destruir a Hizbulá en una guerra total.
Por su parte, el secretario general de Hizbulá, Hasan Nasrala, advirtió que «ningún lugar de la entidad sionista quedará libre de nuestros misiles y drones».
Nasrala subrayó que Hizbulá no quiere una «guerra total» sino que sólo opera en apoyo de Hamás e instó a Israel a parar sus bombardeos en Gaza. (Sputnik)