Moscú, 14 ago (Sputnik).- Moscú confía en que la solicitud de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) de acceder a la provincia rusa de Kursk para verificar las posibles violaciones de los derechos humanos por parte de los militares ucranianos no sea un “performance”, afirmó la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
“Quisiéramos tener muchas esperanzas en que lo que declararon no sea un ‘performance’ o un deseo de eludir la responsabilidad. Quisiéramos tener muchas esperanzas en que esto sea un camino hacia el despertar”, dijo la diplomática a la emisora Sputnik.
Según Zajárova, Rusia lleva muchos años llamando a todas las puertas y tocando todas las campanas, y ahora, por fin, la ONU se animó a ocuparse de las violaciones de los derechos humanos por parte de las autoridades ucranianas.
La vocera reiteró que ya no se trata de violaciones de los derechos humanos, sino de actos terroristas, y se preguntó si el deseo de la ONU es sincero, quizá habría que empezar por el principio.
“Quizá deberíamos dar la palabra de una vez a los habitantes de Crimea, Donbás, a los que no se les permitía asistir a actos en la ONU (…) a los que los estadounidenses no daban visados (…) Ellos contarían a qué presiones, pruebas, horrores del régimen de Kiev han sido sometidos, pero no solo en la última semana o dos, sino todos estos años”, prosiguió Zajárova.
Recordó que la ONU ni siquiera permitía que los residentes de estas regiones participaran en las sesiones en línea como relatores, testigos y activistas civiles.
El pasado 6 de agosto el ejército ucraniano lanzó una ofensiva sorpresa contra la provincia de Kursk.
Según las autoridades, los ataques ucranianos causaron hasta la fecha al menos 12 civiles muertos y más de 120 heridos, entre ellos diez niños, mientras que decenas de miles de civiles fueron desplazados por las hostilidades.
El gobernador interino de la región, Alexéi Smirnov, aclaró que las tropas ucranianas se adentraron unos 12 kilómetros en la provincia y controlan 28 localidades con un total de 2.000 habitantes.
El ancho del frente alcanza los 40 kilómetros, pero no es una línea clara, lo que dificulta la tarea de localizar al enemigo.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo que Kiev emprendió una provocación y abre fuego indiscriminadamente, en particular contra instalaciones civiles, y declaró que el adversario recibirá “una digna respuesta”.
En las regiones de Bélgorod, Briansk y Kursk, fronterizas con Ucrania, fue decretado el régimen de operación antiterrorista. (Sputnik)