Así lo reveló a Sputnik África Anna Traoré, rectora de la Universidad de Ciencias Sociales y Gestión de Bamako.
“En el momento en que nos formamos, yo diría que Rusia no estaba ganando nada. La Unión Soviética no ganó nada. Ayudamos a nuestros países porque nuestros primeros líderes realmente querían capacitar a los malienses para descolonizar nuestras mentes”, explica.
El académico recuerda que Bamako colabora con Moscú desde 1962 y que más de 10.000 ejecutivos malienses fueron formados por la Unión Soviética.
“No digo que haya colaboraciones gratuitas. En todas las colaboraciones, todos buscan algo. Pero si se hace con respeto, nos aseguramos de que todos puedan ganar. Eso es lo que vimos con Rusia”, dice.
Deseo malicioso de influir en la opinión.
“La propaganda a través de la prensa ha manchado el nombre tanto de nuestros países como de Rusia”, lamenta el académico.
“Transmitimos la idea de que colaboramos con Occidente y nos encontramos en una situación de relaciones entre amos y esclavos”, explica.
Esto siembra dudas en la gente y la gente teme que esta “relación desequilibrada” pueda repetirse con Rusia, continúa el rector y pide que juntos cambiemos esta imagen.
Colaboración prometedora
De hecho, los dos países se han acercado en varias áreas, incluida la educación.
Las asociaciones en materia de educación pueden permitir a los dos países “trabajar sobre una base de colaboración beneficiosa para todos”, asegura Anna Traoré.
Según ella, este proceso podría incluso ir más allá del nivel educativo y generalizarse a la economía, la seguridad y otras áreas.
Fuente: https://fr.sputniknews.africa/