Belgrado, 8 jun (Sputnik).- Las autoridades de Serbia y la República Srpska aprobaron este sábado la Declaración sobre la Protección de los Derechos Nacionales y Políticos y el futuro conjunto del pueblo serbio.
«La declaración fue aprobada por unanimidad. Tomamos una decisión histórica», dijo el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic.
Los Parlamentos de Serbia y la República Srpska deben aprobar la declaración en los próximos 90 días.
Este sábado, ambos gobiernos celebraron una reunión en Belgrado a la luz de la aprobación por la Asamblea General de la ONU de una resolución sobre el llamado «genocidio» en la región bosnia de Srebrenica en 1995.
La víspera, las delegaciones gubernamentales inspeccionaron la construcción del tramo de la autopista y el puente sobre el río Sava, diseñado para vincular aún más estrechamente a Serbia y la República Srpska.
Además, las partes firmaron siete memorandos y acuerdos de cooperación en varios ámbitos, incluido gobierno local, la protección de familias y demografía.
El 23 de mayo, la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución, propuesta por Alemania y Ruanda, en la cual el 11 de julio se proclama «como el Día Internacional de Reflexión y Recuerdo del genocidio de 1995 en Srebrenica» con la conmemoración anual.
El documento «condena sin reservas cualquier negación del genocidio en Srebrenica como un evento histórico e insta a los Estados miembros a preservar los hechos».
La resolución fue aprobada por 84 países, mientras otros 19 votaron en contra y 68 se abstuvieron.
Por su parte, el presidente de la República Srpska informó que presentará durante los próximos 30 días a Sarajevo oficial un proyecto de acuerdo sobre la demarcación pacífica de Bosnia y Herzegovina.
El documento de la ONU ignora el exterminio perpetrado por los musulmanes contra los serbios durante esa misma guerra, suceso que Occidente prefiere pasar de alto.
En julio de 1995, después de que la ciudad de Srebrenica, en Bosnia y Herzegovina, en la frontera con Serbia, quedara bajo el control de las milicias serbias dirigidas por el general Ratko Mladic, murieron o desaparecieron unas 8.100 personas musulmanas, según la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas y otras organizaciones.
Algunos expertos ponen en duda estos datos. Belgrado y Banja Luka reconocen los fusilamientos perpetrados en julio de 1995 en la zona de Srebrenica, pero se oponen categóricamente al término «genocidio», cuya adopción por la comunidad internacional tiene consecuencias políticas indeseables y socava la reputación de todo el pueblo serbio.
En 2017 en la República Srpska de Bosnia y Herzegovina se erigió un monumento al representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin. En 2015, mientras Churkin estaba en el cargo, en el Consejo de Seguridad de la ONU fue bloqueado un proyecto de resolución sobre Srebrenica que reconocía los fusilamientos de 1995 como acto de genocidio. (Sputnik)