Moscú, 7 feb (Sputnik).-La crisis energética podría costar decenas de millones de dólares a la economía de Transnistria, dijo a Sputnik Vitali Ignátiev, ministro de Exteriores de esta república autoproclamada en el seno de Moldavia.
«Según las estimaciones preliminares, las pérdidas podrían ascender a decenas de millones de dólares. La preservación de un régimen especial es una necesidad forzosa», enfatizó el ministro.
Ignátiev agregó que las capacidades industriales en Transnistria siguen ociosas debido a la crisis.
A finales de diciembre pasado, la compañía rusa Gazprom advirtió que desde el 1 de enero dejaría de suministrar gas a Moldavia debido a que la empresa energética Moldovagaz ha acumulado una deuda de 709 millones de dólares, que Chisinau se niega a amortizar.
Las entregas de gas ruso cesaron ese día por la negativa de Kiev a prorrogar el acuerdo sobre el tránsito de gas ruso a Europa por territorio ucraniano. La Central Hidroeléctrica Moldava, situada en el territorio de Transnistria, comenzó a generar energía usando carbón.
Desde el 3 de enero Transnistria comenzó a programar apagones en diferentes zonas.
La Comisión de Situaciones de Emergencia moldava aprobó el 1 de febrero asignar 20 millones de euros de la subvención de la UE para la compra de gas para Transnistria. Está previsto que las entregas se realicen hasta el 10 de febrero.
El sábado pasado, el proveedor estatal moldavo Energocom comenzó a comprar el gas natural en las bolsas europeas para abastecer a los consumidores de Transnistria.
Transnistria descarta cambios en operación de paz hasta un arreglo definitivo
El ministro de Asuntos Exteriores de Transnistria, Vitali Ignátiev, descartó cambios en el mandato de una fuerza de paz emplazada en esta república rebelde, hasta que se resuelva definitivamente el conflicto entre Tiráspol y Chisinau.
«No es posible ni viable cesar o reformatear esa operación de paz hasta que el conflicto sea resuelto finalmente en base a los estándares democráticos, lo que implica también tomar en cuenta los intereses del pueblo transnistrio», dijo Ignátiev a Sputnik.
El ministro reafirmó la disposición de Tiráspol para «debatir cualquier tema de actualidad en la mesa de negociaciones» y afirmó que «es la parte moldava la que rehuye por todos los medios una cooperación madura y responsable».
La región autónoma de Transnistria, con el 60 por ciento de la población conformada por rusos y ucranianos, estuvo buscando la salida de Moldavia durante los últimos años de existencia de la Unión Soviética, temiendo que los nacionalistas empujasen al país a unirse a Rumanía.
En 1992, tras el frustrado intento del Gobierno moldavo de resolver el problema usando la fuerza, la región autónoma se convirtió de hecho en un territorio independiente. Actualmente, es un territorio fuera del control de Moldavia con todos los atributos de un Estado, incluida moneda propia, Constitución, bandera y Fuerzas Armadas.
El mantenimiento de paz en la zona del conflicto corre a cargo de una fuerza conjunta que incluye a 402 militares de Rusia, 492 de Transnistria y 355 de Moldavia emplazados en 15 puesto clave para la seguridad. (Sputnik)