La inflación en Francia provoca un particular impacto en los hogares más pobres, con un 42 por ciento de sus integrantes que asegura eliminar una comida diaria, refleja hoy una encuesta.
El sondeo del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP), del que se hace eco el diario Le Figaro, también muestra una disminución de la cantidad de alimentos consumidos, a partir del alza de los precios.
Según la pesquisa, el 53 por ciento de los entrevistados reconoció que redujo las porciones durante las comidas, y una cifra similar manifestó que compra menos frutas y vegetales, escenario con una afectación potencial en su salud.
En ese sentido, dos de cada tres franceses encuestados, de un millar de participantes con salario mínimo o menos, consideró que su salud pudiera presentar problemas a largo plazo.
Estudiantes, jubilados, familias numerosas y solteros están entre las categorías más golpeadas por la inflación, que cerró marzo con una variación interanual en los alimentos del 15,8 por ciento, después del 14,8 registrado en febrero.
Le Figaro publicó que otros sondeos abordaron en fecha reciente el impacto del auge del costo de los productos, como el estudio de Harris Interactive, el cual reveló que el 57 por ciento de las personas consume menos carnes que hace tres años.
PL