Las recientes decisiones del gobierno de Ecuador y su presidente, Daniel Noboa, en materia económica conllevan a expertos a suponer que esta nación sudamericana podría estar hoy camino a una recesión.
“Con el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la reducción de exportaciones (por la pérdida del mercado ruso), el ajuste económico, las exoneraciones tributarias, entre otros, el país de la mano de Noboa va en línea recta a la recesión, el desempleo y el conflicto social”, afirmó el especialista Pablo Dávalos.
Su comentario llega luego de que la Asamblea Nacional (Parlamento) no contara con los votos suficientes para revertir el veto del mandatario, quien decidió incrementar el IVA en un 13 por ciento de forma permanente con posibilidad de llevarlo a 15 según su propia consideración.
Según Dávalos, Noboa es peor que el expresidente Guillermo Lasso, pues no sólo apostó por subir el IVA alegando la necesidad de más ingresos para financiar los operativos contra el crimen organizado en el marco del conflicto armado interno, sino que propició la suspensión de exportaciones.
Rusia canceló los permisos de compra de banano y claveles luego de que el Gobierno ecuatoriano anunciara el envío de armamento ruso supuestamente en desuso a Estados Unidos a cambio de equipamiento nuevo.
El pasado 8 de febrero, Kevin Sullivan, subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, reconoció que esa entrega es parte de “un arreglo” para transferir armamento a Ucrania.
«No hay mercado en el mundo que pueda suplir lo que se envía a Rusia, que es de alrededor de 1,4 millones de cajas a la semana», dijo recientemente Richard Salazar, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano.
A eso se suma que anteriormente el Ejecutivo liderado por Noboa promovió una normativa para fomentar el empleo que exonera del pago de intereses tributarios a grandes empresas con el presunto objetivo de estimular las contrataciones de personal joven.
Ecuador, además, enfrenta un déficit fiscal de unos cinco mil millones de dólares y, a pesar de tener ya una deuda millonaria con instituciones como el Fondo monetario Internacional, busca nuevos créditos de organismos internacionales.
PL