El presidente del Consejo Soberano de Transición de Sudán y comandante general de las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS), Abdel Fattah Al-Burhan, recibió el martes una propuesta de iniciativa de un grupo nacional sudanés para detener la guerra y formar un gobierno de emergencia.
Al-Burhan recibió la iniciativa cuando se reunió en Port Sudan, capital del estado del Mar Rojo en el este de Sudán, con una delegación del Mecanismo Nacional de Apoyo a la Transición Democrática Civil en Sudán, un grupo político establecido en 2021 y liderado por el ex Aisha Musa, miembro del Consejo Soberano de Transición de Sudán, dijo el consejo soberano en un comunicado.
“La reunión revisó los esfuerzos del mecanismo para crear un consenso nacional que conduzca a detener la guerra y formar una autoridad de transición temporal”, dijo Adel al-Mufti, relator del mecanismo, citado en el comunicado.
Dijo que la hoja de ruta propuesta exige detener la guerra, formar un gobierno de emergencia para cumplir con las obligaciones nacionales en materia de desarrollo y urbanización, brindar ayuda a los ciudadanos afectados por la guerra y abrir pasajes humanitarios para garantizar que la ayuda pueda llegar a Jartum y Darfur.
Para ayudar a poner fin a la guerra y conducir a un diálogo inclusivo entre todas las fuerzas políticas sudanesas, el mecanismo celebrará reuniones con bloques políticos, organizaciones de la sociedad civil, sectas religiosas y comités de resistencia para acordar la formación de un gobierno de emergencia o el establecimiento de un frente civil nacional.
Sudán ha sido testigo de enfrentamientos mortales entre las Fuerzas Armadas del Sudán y las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido en Jartum y otras zonas desde el 15 de abril, que han provocado al menos 3.000 muertos y más de 6.000 heridos, según cifras publicadas por el Ministerio de Salud sudanés.
Según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), unos 5,3 millones de personas han sido desplazadas dentro y fuera de Sudán.
Más de un millón de personas han cruzado a países vecinos, incluidos la República Centroafricana, Chad, Egipto, Etiopía y Sudán del Sur, dijo la OCHA.