La milicia libanesa chií proiraní Hizbulá comunicó este jueves que mató a cuatro soldados israelíes al atacar a las tropas de Israel en el kibutz de Manara, en el norte del país.
«Este jueves estuvimos observando a los soldados que se encontraban en una casa en el kibutz de Manara y los atacamos con misiles guiados. Como resultado del ataque, los soldados murieron y la casa fue destruida», señaló la nota divulgada por Hizbulá.
Las Fuerzas de Defensa de Israel declararon anteriormente que registraron 35 lanzamientos de misiles desde el territorio del Líbano contra Israel. Algunos de los misiles fueron interceptados por la defensa antiaérea.
La situación en el Sur de Líbano se agravó después de comenzar las hostilidades en la Franja de Gaza, tras el ataque del movimiento islámico palestino Hamás contra el sur de Israel.
El pasado 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás lanzó miles de misiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que Netanyahu, declaró que el país «está en guerra».
En respuesta, el Ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos y el 28 de octubre Netanyahu anunció que las tropas israelíes entraron en Gaza y procedieron a la segunda fase de la guerra para destruir la infraestructura de Hamás y recuperar a los rehenes.
Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, si bien el día 16 reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan cientos de miles de civiles.
Numerosos países llamaron a Israel y Hamás a detener las hostilidades y negociar un alto el fuego, así como también se multiplican las voces a favor de una solución de dos Estados como única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
Las hostilidades han causado hasta la fecha unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos en Israel y más de 14.500 muertos y unos 35.000 heridos en la Franja de Gaza, según los datos oficiales. (Sputnik)