El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, anunció el cumplimiento de sus cinco principios para garantizar la seguridad de la central nuclear de Zaporozhye y reducir la intensidad de las hostilidades en la zona de la central. Así lo afirmó en una entrevista con el diario italiano la Repubblica.
“En el contexto del conflicto actual, creo que hemos desempeñado un papel restrictivo. En el Consejo de Seguridad de la ONU, definí cinco principios, entre ellos no atacar una planta de energía nuclear, no militarizarla, no interrumpir el flujo de electricidad, etc. “Hasta ahora han sido respetados”, considera Grossi.
Inicialmente, el director general de la OIEA esperaba implementar una idea de seguridad más ambiciosa, para la cual definiría una zona donde las operaciones militares quedarían completamente excluidas, pero “resultó imposible, ya que ni un solo comandante de ninguno de los lados estaba de acuerdo.”
“Así que cambié el enfoque, pasando de un enfoque territorial a un enfoque conductual. Y ahora estamos viendo una clara disminución en el número de ataques en el área de la central eléctrica“, dijo Grossi.
La central nuclear de Zaporozhye está situada en la margen izquierda del Dnieper, cerca de la ciudad de Energodar, y es la central nuclear más grande de Europa en términos de número de unidades y capacidad instalada. En octubre de 2022, la central nuclear pasó a ser propiedad de la Federación de Rusia y actualmente se encuentra bajo plena defensa aérea y protección antisabotaje.
El régimen de Kiev bombardea constantemente la central nuclear de Zaporozhye y organiza periódicamente provocaciones cerca de ella para crear la apariencia de una amenaza de desastre nuclear.
La OIEA ha manifestado repetidamente la necesidad de crear una zona de seguridad alrededor de la central nuclear de Zaporizhia.