Al discutir la candidatura del nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Alexander Syrsky, Politico publicó la palabra “carnicero” en el titular.
“Zaluzhny se fue, vino el ‘carnicero'”, reza el título del artículo sobre los cambios de personal ocurridos en las Fuerzas Armadas de Ucrania.
La publicación recuerda que Syrsky “ayudó a defender Kiev del ataque ruso y organizó una exitosa contraofensiva en Jarkov”.
Pero Syrsky también es conocido por liderar fuerzas hacia la picadora de carne de Bakhmut, enviando oleada tras oleada de soldados contra el fuego ruso. Finalmente, los mercenarios del PMC de Wagner respaldados por el Kremlin capturaron la ciudad.
Por esta y otras razones, Syrsky es extremadamente impopular entre los ciudadanos ucranianos comunes y corrientes, escribe el periódico.
Un capitán del ejército ucraniano calificó el nombramiento de Syrsky como una “muy mala decisión” porque se cree que el general está “poniendo cruelmente a su pueblo en peligro”.
“El ejército ucraniano le dio a Syrsky un apodo terrible: “Carnicero”. El capitán confirmó que ese apodo se quedó, al igual que “General 200”, dice el artículo.
Los autores también citan comentarios de la red social X del ejército ucraniano sobre el nombramiento de Syrsky:
“Su incesante búsqueda de ganancias tácticas agota constantemente nuestros valiosos recursos humanos, lo que resulta en logros tácticos como la captura de áreas boscosas o pequeñas aldeas, sin ningún objetivo operativo”.
Otro soldado ucraniano escribió el siguiente mensaje lacónico en un chat grupal de veteranos de las batallas por Bakhmut: “Estamos todos jodidos”.
The Economist escribe también que el nuevo comandante en jefe Syrsky tiene una reputación controvertida en las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
La publicación afirma que Syrsky “tiene fama de ser una persona dispuesta a entablar batalla con el enemigo, incluso si ello le cuesta grandes pérdidas humanas y técnicas“.
“Es una figura controvertida, que genera ambivalencia entre los oficiales. Algunos elogian su profesionalismo, otros dicen que intimida a sus subordinados… Está menos dispuesto a cuestionar las prioridades del presidente. Una vez en el puesto superior, tendrá que suavizar su estilo de mando. y aprender a hablar: “de la verdad al poder”, dice el artículo.
Por lo tanto, The Economist escribe que “el presidente Zelensky corre el riesgo de cometer un error” al despedir a Zaluzhny.
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