La intervención que realizará hoy el presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, ante las dos cámaras del Congreso de Chile causa rechazo aquí porque, entre otras razones, involucra al país en el conflicto de Europa del Este.
Un extenso trabajo periodístico divulgado este martes por el diario El Siglo señaló que la mayoría de países de América Latina tomaron distancia de ese enfrentamiento y otros como México, Brasil y Argentina más bien llamaron a buscar una solución negociada.
Con la invitación a Zelensky a dirigirse por vía telemática a diputados y senadores, el Gobierno y el Legislativo colocan a Chile dentro de la órbita de Estados Unidos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea, según el el medio informativo.
La búsqueda del apoyo regional a Ucrania es una estrategia del Departamento de Estado norteamericano, que ya le permitió al mandatario europeo dirigirse a la Cámara de los Comunes de Reino Unido, el Bundestag de Alemania y la Asamblea Nacional de Francia.
El objetivo, precisó El Siglo, es presentarlo como un “líder de occidente”, que “no es derecha ni de izquierda”, “un hombre valiente” y “defensor de la libertad”.
Aquí la idea de su comparecencia ante el Parlamento bicameral fue impulsada por la extrema derecha representada en el Partido Republicano, agrupaciones conservadoras y algunos representantes de la Social Democracia y la Democracia Cristiana.
Entre los promotores de la iniciativa figura el senador ultraderechista Rojo Edwards, quien ya visitó Ucrania para manifestar su apoyo a ese Gobierno.
Sin embargo, agregó la publicación, se olvidan de la conducta cuestionable de Zelensky luego de tomar el poder en ese país del este europeo.
En sus primeros días en el mando proscribió a 11 agrupaciones políticas opositoras, entre estas los partidos Por la Vida, Oposición de Izquierda, Unión de Fuerzas de Izquierda, Socialista de Ucrania, Partido Comunista y el Progresista y Socialista.
Además cerró una decena de medios de comunicación que tenían una línea editorial e informativa distinta a su Gobierno e ilegalizó organizaciones sociales, sindicales, de mujeres, de derechos humanos y estableció un control policial sobre entidades de la sociedad civil.
Fortaleció los vínculos y permitió su participación en la Policía y el Ejército a grupos paramilitares neonazis y ultranacionalistas, como los batallones Azov, Donbass, Aidar y Pravi Sektor, que realizaron acciones represivas contra opositores.
Por otra parte, Zelensky y su grupo más cercano están involucrados en inversiones y otras operaciones ilícitas en paraísos fiscales, como reveló una nota divulgada en enero reciente por la revista estadounidense Newsweek en referencia al escándalo conocido como Papeles de Pandora.
PL