Un portavoz del gobierno israelí instó a cerrar la corresponsalía de la cadena de televisión catarí Al Jazeera, acusándola de hacer propaganda del movimiento palestino Hamás.
«Al Jazeera es la red local de Hamás. No es una herramienta mediática, sino una herramienta de propaganda del eje terrorista en Oriente Medio», afirmó en una entrevista con la emisora de radio Kan Ofir Gandelman, portavoz en lengua árabe del primer ministro de Israel.
Por su parte, el portal de noticias Ynet escribe que el gabinete de seguridad israelí ha aprobado un reglamento de emergencia que posibilita el cierre de medios de comunicación que vulneran la seguridad nacional. Si el gobierno da luz verde a esa iniciativa, el ministro de Comunicaciones israelí, Shlomo Karhi, podrá emitir órdenes de cierre específicas en relación con algunos medios.
La escalada en curso recibe una cobertura muy dispar en los medios, como ha puesto de relieve la reciente muerte de cientos de personas en el hospital Al Ahli de Gaza: a falta de una investigación exhaustiva, unos la atribuyen a un bombardeo israelí y otros, a un cohete mal disparado por el grupo palestino Yihad Islámica.
El pasado 7 de octubre Hamás lanzó miles de misiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del país judío, Benjamín Netanyahu, declaró que el país «está en guerra».
En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y está preparando una ofensiva terrestre.
Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, si bien reinició el 16 de octubre el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan estos días cientos de miles de civiles por miedo a una invasión que se da por inminente.
Según las Naciones Unidas, la orden de evacuación emitida por Israel afectará a más de un millón de personas, la mitad de la población de Gaza, y podría acarrear consecuencias humanitarias devastadoras.
Muchos países han llamado a Israel y Hamás a detener las hostilidades y negociar un alto el fuego.
Las hostilidades causaron hasta la fecha más de 1.400 muertos y unos 4.800 heridos en Israel, y cerca de 3.800 muertos y unos 12.500 heridos en la Franja de Gaza, según las autoridades médicas palestinas e israelíes. Se suman a ello de 200 a 250 rehenes tomados por Hamás, según diversas fuentes.
(Sputnik)